
Él es director, artista audiovisual y socio fundador del sello discográfico independiente Noseso Records; ella es co-directora, productora, música, docente y ambos con guionistas y protagonistas de este viaje. El resultado de la combinación de estos talentos artísticos y su compromiso social es esta historia particular que encierra verdades universales.
-¿Cómo fue el primer acercamiento hacia la comunidad boliviana?
“Habíamos hecho un viaje de preproducción, sólo los 2, Janet y David nos dieron las direcciones de sus familiares y fuimos con una cámara de registro, no pesando en el rodaje sino en pre-producción, fuimos a conocerlos y a contarles el proyecto. A algunos familiares los conocíamos porque habían estado en Buenos Aires, y ellos les hablaban a los demás, de esa manera fue saliendo la cámara de a poco, hubo imágenes que inclusive quedaron en la película, pero lo importante fue que evitamos ese gran choque terrible de que te filmen.”
“Por lo general los bolivianos, cuando están en presencia de una cámara, ligan a ésta con el tratamiento que hacen los medios de su comunidad. El acercamiento, en el documental está planteado de manera específica, esto de que la cámara aparezca, tiene su razón de ser. Aspiramos a crear un espacio en el que puedan decir algo por ellos mismos, sacando la frialdad que tiene a veces una entrevista directa y relacionando la cámara con la interioridad de los personajes. Considero que es casi imposible hacer un documental sin armar una ronda con los protagonistas y plantear que ellos dispongan cuando se prenderá la cámara.”...
Laura Salas Pich - Lic. en Comunicación
Ver la entrevista completa en el portal de ADN - Asociación de Directores y Productores de Cine Documental Independiente de Argentina
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